jueves, 7 de mayo de 2009

Ultima quincena de abril

En estos últimos días las mariquitas han hecho acto de presencia en la huerta y se están dando todo un festín con el pulgón que tienen los grelos.

Las fresas ya han comenzado a dar sus primeros frutos, de los que hemos dado buena cuenta.

En el hueco que quedaba entre los guisantes he sembrado unas judías de dos tipos ditintos , una blanca y otra roja con puntos negros, ambas autóctonas y perfectamente adaptadas a este clima.


En el bancal de las compuestas, quenopodiáceas y cucurbitáceas he sembrado calabacines y calabazas.

En la parte intermedia de dicho báncal donde deben ir las aromáticas, he sembrado también unos girasoles, por estética más que por otra cosa. Algunas plantitas de girasoles ya han comenzado a brotar.

En dicho bancal también he plantado una docena de lechugas rojas.

Así se unen a los otros tipos de lechugas que tengo en el mismo bancal. La de hoja de roble.

La de hoja lisa.

Y la de hoja arrugada. En la variedad está el gusto.

También en dicho bancal están creciendo con normalidad las acelgas plantadas semanas atrás.

Las espinacas van creciendo con alguna dificultad más.

Este es el aspecto general que presenta dicho bancal.

En el bancal de las leguminosas y crucíferas los tirabeques están creciendo con gran fuerza.

El de las solanáceas está más bien desierto sólo ocupado por unas plantitas de tomate que me ha regalado mi madre y de los cuales desconozco su raza.

En el de las umbelíferas y liliáceas la mayor parte está ocupado por los grelos de los que estoy esperando para recoger su semilla. En el resto del bancal están creciendo zanahorias, cebollas, ajos y puerros.

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