martes, 21 de septiembre de 2010

La alegría de la huerta

Este no está siendo un buen año, en cuanto a producción en la huerta. La nueva situación familiar y las condiciones meteorológicas demasiado buenas, han hecho que le dedicase más tiempo al ocio que a la huerta por lo que los resultados no están acompañando demasiado, por eso, cuando obtienes productos que  en años anteriores no habías conseguido con facilidad, la alegría que uno se lleva es mayor. Es el caso de las zanahorias y cebollas que en anteriores años brillaron por su ausencia y que este año, aunque no pueda decirse que la cosecha ha sido satisfactoria del todo, si que he obtenido bastantes ejemplares con un tamaño más que considerable, como en el caso de las zanahorias, a pesar de que los ratoncitos se han puesto las botas con algunas de ellas,
 

me han dejado algunos ejemplares de los que estar orgulloso.

En el caso de las cebollas he obtenido todo tipo de ejemplares desde un tamaño más que aceptable, hasta otros con tamaño algo menor.

Por lo menos casi todas las cebollas que he plantado han dado su frutos.

De alguno de estos productos, en forma de potito, ya ha dado buena la pequeña de la familia.