miércoles, 28 de septiembre de 2011

El bancal de las coles

Se acabaron los calores veraniegos en la huerta y los trabajos en ella han aumentado considerablemente. Esta vez le ha tocado al bancal donde estuvieron los guisantes y judías. Este es el aspecto salvaje que presentaba.

Una vez arrancados los restos del cultivo y pasado la horca de doble mango y el rastrillo, tal y como he hecho en otras ocasiones, el aspecto era bien distinto.


Lo primero que he plantado en ellos han sido unas plantas de nabicol para grelos, que espontáneamente habían crecido en el bancal contiguo, donde estuvieron la temporada pasada.

El siguiente cultivo en llegar al bancal han sido unos repollos, como se puede ver en la parte izquierda del bancal, de las variedades, rizado y cabeza de leon, o algo así.

Los siguientes en llegar al bancal y de momento los últimos inquilinos han sido otras plantas de nabicol, está vez de un macro-semillero de los que acostumbra a hacer mi madre, que darían para completar cientos de bancales como el mío. También me he estrenado con una variedad, la berza, que siempre quise tener en mi huerta pero nunca me coincidió a cultivarla, procedente también del macro-semillero materno. En esta foto se puede ver el tamaño de los retoños, los de la derecha son las berzas.

 Este es el aspecto que presentaban recien asentadas en el bancal.

Este es el aspecto que presentaban al día siguiente producido por el estrés post-transplante.

En estos momento se está recuperando de ese trance. Este es el aspecto que presenta el bancal con todas las coles ocupando su lugar.

También he comenzado con los semilleros, algunos de los cuales iran a parar a dicho bancal, como las acelgas y la lechuga. También he sembrado coles de Bruselas y brécol, pero estos últimos aún no han dado señales de vida.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Ampliando la huerta

Este año decidí por fin completar el objetivo que me propuse al iniciar mi huerta hace casi 4 años y no es otro que tener un bancal, aparte de los 4 rotatorios, para algún tipo de plantas plurianuales, como las fresas o los espárragos y también como un pequeño banco de experimentos para futuras plantaciones. El caso es que la mitad de ese bancal ya había sido ocupada desde un principio por las fresas, el primer cultivo de mi huerta, pero la otra mitad del bancal estaba, como decimos en Galicia, "de monte". Totalmente abandonado y sin preparar. 

Este año me he encontrado con ganas y me he puesto manos a la obra. Ya no me acordaba de lo duro que es preparar por primera vez un bancal profundo. El trabajo me ha costado tres jornadas de un par de horas cada una y un buen dolor de muñecas. La metodología ya la explique en otra entrada, así que no voy a extenderme mucho. Cavamos el bancal a una profundidad de unos 30 centímetros, con una horquilla airemos un poco la tierra que queda por debajo de esos 30 cm. añadimos una buena capa de abono y cubrimos con la tierra que sacamos de la zona contigua del bancal.


Al terminar con un rastrillo nivelamos toda la tierra y colocamos de nuevo la manguera de riego, todo esto sin pisar la tierra cavada, que no la volveremos a pisar más, para no tener que cavarla todos los años, que después del trabajo que me ha dado, no me quedan ganas de hacerlo. 

Continuando con las novedades en la huerta, he aprovechado para plantar la mitad de ese medio bancal recién preparado para introducir en mi huerta un nuevo cultivo que tenía ganas de probar desde hace años, pero que por falta de tiempo fui aplazando, las habas.

Ahí estarán durante unos meses acompañando a mis fresas, todas unas veteranas de la huerta, que ocupan la otra mitad del bancal.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Hay vida después de la muerte

Si, lo sé, es un título más sensacionalista que un telediario de Piqueras, pero no se me ocurría otro mejor. Tranquil@s no voy a hablar de parapsicología ni cosas por el estilo. El caso es que hace unos meses planté 2 esquejes de un manzano, uno en una maceta grande y otro directamente en el suelo, que es el que veis en la foto.

 Pasadas unas semanas, allá por la primavera comenzaron a brotar unas hojitas de las ramas de ambos esquejes. Me hizo mucha ilusión porque ya lo había intentado el año anterior, pero sin ningún éxito, y está vez parecía que la cosa tenía mejor pinta.

 Pero pasaron las semanas y el esqueje que había plantado en la maceta comenzó a secarse y eso que era del que más hojas habían brotado. Me dije, bueno me queda el otro, que al ser plantado en la tierra estará más fuerte y no secará. Pero volvieron a pasar unas semanas y el esqueje que me quedaba comenzó también a secarse, se le cayeron las hojas y la mitad superior se convirtió en un palo totalmente seco. Estuve a punto de arrancarlo pero pensé, lo dejo en su sitio hasta el año que viene y así planto otro esqueje en el mismo sitio que ya está la tierra abonada. Cual fue mi sorpresa cuando hace un par de días paseando por el jardín observo que de la mitad inferior del esqueje, que no estaba totalmente seca, han vuelto a brotar unas hojitas, tal y como se puede ver en la foto de detalle, donde también se puede apreciar como la parte superior del esqueje está totalmente seca.

Ahora sólo me queda tratarlo con mucho mimo y esperar a que aguante hasta la siguiente temporada. Ya veis, nunca hay que dar nada por perdido.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Pizza de pimientos asados y bonito

Hace unos días este blog superó los 100 seguidores, para celebrarlo quería invitaros a todos a un trocito de pizza. Si, sé que entre 100 toca a poco pero bueno, la intención es lo que cuenta. La masa y el método de trabajo con ella la he copiado del blog salseandoenlacocina no sé si lo conocéis, sino os invito a visitarlo, es un blog de cocina absolutamente imprescindible. Las actualizaciones no son demasiado frecuentes pero hay que decir que cuando cuelga una receta es que la ha estudiado a fondo, le ha dado todas las vueltas posibles y es sin duda una receta de éxito. Desde que he descubierto su receta de pizza, he dejado de lado mi querida thermomix, para estos menesteres claro. La única diferencia es que  en el blog la hacen a la piedra y yo la hago en una base de silicona. Vamos allá con la receta.

Ingredientes:
(Para la masa)
- 225gr. de harina de fuerza.
- 175ml. de agua (orientativo dependerá de la harina).
- sal.
- orégano.
- 1/2 sobre de levadura de panadería.

(Para el relleno)
-Un bote de pimientos asados caseros de mi huerta (vale también una lata del súper pero no es lo mismo).
-Un bote de salsa de tomate casera de mi huerta (también vale de supermercado).
-Un bote de bonito del norte (recomendado por calidad precio el bote de cristal del Lidl).
-Un paquete de queso mozarella rallado.
-Un bote de aceitunas negras (sin hueso).

Empezamos con el amasado. Este proceso no lleva más de 3 minutos, si un día tengo tiempo colgaré un vídeo para que veáis que no miento. Cojo un tuper de suficiente capacidad para la masa y lo pongo encima de mi báscula (del Lidl por supuesto) y peso la harina de fuerza, le añado medio sobre de levadura de panadería (no confundir con el Royal), la sal y el orégano al gusto. Lo mezclo todo en seco con una cuchara y entonces le voy añadiendo agua poco a poco y mezclándola con la cuchara, tiene que quedar un textura más bien líquida y pegajosa, pero sin grumos. Una vez conseguida la textura adecuada, no más de 3 minutos como decía, le pongo la tapa al recipiente donde está la masa y lo dejo reposar al menos 1 hora y media, depende de la época del año, en verano es más rápido y en invierno más lento. Para acelerar este proceso en invierno lo que hago es precalentar el horno a 50º durante unos 30 segundos, apagarlo y meter en él el recipiente con la masa y dejarla reposar así con el horno cerrado y apagado. Una vez la masa ha doblado su volumen y se observan abundantes burbujas en su interior, estará lista para la siguiente y definitiva fase.

Extendemos la base de silicona en la encimera de la cocina y la cubrimos con una buena capa de harina, para trabajar mejor la masa ya que está está muy húmeda. Vaciamos la masa encima de la silicona para ello deberemos mojar las manos en agua para que no se nos pegue a ella. 

Ahora viene la fase más complicada. intentamos extender un poco la masa con la ayuda de las manos y la doblamos sobre si misma una o dos veces y añadimos más harina si es necesario y extendemos la masa con el rodillo por toda la superficie de la base. Es una masa muy elástica por lo que intentará recuperar su forma, así que deberemos extenderla un par de veces hasta que la dejemos completamente estirada. Hasta aquí la fase difícil. Una vez tenemos extendida la masa, deslizando la base de silicona con cuidado, la colocamos encima de la rejilla de nuestro horno.

Con la ayuda de un pincel de cocina extendemos una capa de salsa de tomate sobre toda la masa y sobre ella añadimos el pimiento asado en tiras y el bonito en láminas.



Añadimos también las aceitunas negras cortadas en dos o tres partes. En este momento pongo el horno a precalentar a unos 230º, con la opción ventilador si es posible. Mientras se precalienta el horno extendemos una buena capa de queso mozarella rallado y seguidamente introducimos la pizza en el horno.

Cada horno es un mundo así que tendréis que investigar, en el mío con unos 18 minutos es suficiente. Este es el resultado.

No os desaniméis por esta gran parrafada, me ha costado más escribir la receta en el blog que hacerla en la cocina.