Antes que nada, tengo que decir, para los que estaban preocupados por la salud del topo, que se encuentra perfectamente y sigue campando a sus anchas por el jardín.
La verdad es que tampoco he sido muy persistente con el método, principalmente porque a la huerta todavía no le ha tocado, así que de momento lo dejaré que siga haciendo su trabajo, a ver si se aburre.
En lo que a la huerta se refiere he aprovechado las pocas horas que la lluvia me ha dejado para adecentar un poco el mininvernadero de las lechugas.
Lo he limpiado de malas hierbas y he transplantado unas cuantas que tenía en el semillero y otras que han crecido espontáneamente por la huerta.
No creo que aguanten mucho las duras temperaturas de los últimos días. También he aprovechado unas cuantas plantas más de repollo, animado por las buenas perspectivas que muestran las plantadas hace unas semanas.
Con este calabacín he dado por terminada la temporada de verano en el huerto. No sé como ha llegado hasta estas alturas del año.