Después de estos días de temporal y lluvias parece que llega por fin el buen tiempo. Hoy, aprovechando ese buen tiempo, he transplantado las lechugas que había sembrado hacía un par de meses. A estas, les tengo un poco más de cariño, ya que estas las había sembrado yo, no como las anteriores que habían sido fruto de la bondad de mis vecinos. Como podéis ver en las fotos, también tengo algunas cebollas, puerros y zanohorias a punto para ser transplantada. Si el tiempo lo permite, lo haré la semana que viene. He aprovechado que hoy era día de hoja en el calendario biodinámico, para plantar unos semilleros de perejil, albahaca y tomillo. Espero con impaciencia probar mis primeras fresas de casa que, como podéis ver en la foto, ya están cogiendo colorcillo.
Lechugas antes de ser transplantadas
Lechugas una vez transplantadas en la huerta
Semillero de cebolla
Semillero de zanahoria
Semillero de puerro
Las fresas a punto de madurar
2 comentarios:
Curioso lo de las zanahorias, no echaste la semilla directamente en la tierra. ¿Por?
Lo de las zanahorias en el semillero fue un pequeño experimento para ver la diferencia en la velociad de desarrollo entre las que sembré directamente en la huerta y las que sembré en semillero. Y la verdad es que la diferencia es enorme. Para la semana las transplantaré, a ver si sobreviven al transplante. Saludos
Publicar un comentario