No se le pueden llamar de otra forma a estos cherrys nacidos en el medio de las judías y de la maraña de malas hierbas que hay en ese bancal. Son unos supervivientes natos, hasta da pena comérselos.
martes, 24 de agosto de 2010
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8 comentarios:
HERMOSOS, LAS AVES HICIERON BIEN SU TRABAJO.
HASTA PRONTO.
Suelen ser los más sabrosos. Un saludo desde caminosrurales.blogspot.com
Nos vemos pronto.
Increible, si suelen ser los mas sobrosos como dicen arriba, pues a comerseles :P
Esos, esos son los buenos, ni tutores ni tratamientos para el mildiu ni podas ni nada, los mejores. A mi ya me salen hasta en el prado y entre las siembras de alubias y pimientos, a su aire... no quiero pensar lo que ocurrirá el año que viene. Y el año pasado llegué a comer alguno en diciembre, increible.
Ya comienzo a coger tomates (de los grandes), al fin!, He cogido un libanés de 671 gramos, orgullosa que estoy. Te dije que te iba a pasar semillas y lo haré, también de los cherrys salvajes.
Este año también genial las berenjenas, pasando de ellas olímpicamente,ni podas ni nada... hoy las he comido rellenas de gambas y hasta la piel estaba deliciosa.
Saludos de la de los tomates
Mi plato del verano es la ensalada de cherrys con queso Stilson (o cualquier azul), albahaca y una vinagreta lo más sutil posible; todo eco (exceptuando alguno de los quesos).
Es una copia de un plato que tomé en el restaurante de Pepe Vieira y una clara muestra de lo que dan de sí cuatro ingredientes buenos.
Saludos.
En casa a veces nos sorprenden hasta en macetas de flores. Yo me pregunto.. como habran llegado hasta ahi?
besotess
Carola
Tomates silvestres es MAS apropiado...
Tiene razón este anterior comentario, tendría que haberle llamado tomates silvestres, pero a veces uno no está inspirado a la hora de poner títulos. Saludos a todos los que habéis dejado vuestro comentarios, que no me imaginaba yo que unos tomatitos silvestres diesen para tantas reflexiones.
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