Este año me he propuesto preparar más cuidadosamente mis bancales y abonarlos suficientemente, para evitar los fracasos de esta temporada pasada debido a la falta de abonado y a no estar la tierra lo suficientemente trabajada. Como el bancal de las compuestas, quenopodiáceas y cucurbitáceas está ya desocupado, he decidido empezar por éste.
El método que voy a usar es el que John Seymour en su libro "
El horticultor autosuficiente" denomina bancales profundos. Para ello lo primero que he hecho ha sido arrancar a mano todas las malas hierbas que he podido.
Durante dicho proceso me he encontrado con alguna sorpresa como estos minúsculos huevos.
Después con una pala como la de la fotografía voy cavando un trozo del bancal hasta la profundidad de la propia pala.
Y voy retirando la tierra a un lado. A continuación con la horquilla voy clavándola en la tierra que queda ahora visible para airearla y esponjarla pero sin cavarla.
Raspo superficialmente el trozo que voy a cavar a continuación y echo estos restos de hierbas y tierra en la zona ya cavada. Abono la zona con abundante estiércol, en este caso de oveja.
Y vuelvo a cavar un nuevo trozo, echando en este caso la tierra sobre el hueco cavado anteriormente.
Y así sucesivamente hasta completar todo el bancal.
A continuación y para mejorar un poco la estructura de la tierra he añadido caliza magnesiana, debido a que la tierra es un poco ácida, como casi todas las tierras gallegas. De esto os podéis dar cuenta si os crecen helechos en la huerta como es mi caso.
Para mejorar un poco más la calidad de la tierra también le he añadido en superficie una buena cantidad de compost ecológico sobre el que he regado un poco para que se adhiriese bien a la tierra.
Y esto, que me ha costado lo suyo contarlo, no ha sido nada en comparación con el trabajo que me ha llevado. Para que os hagáis una idea han sido unas 12 horas repartidas en 3 mañanas de trabajo. Ahora me queda hacer lo mismo en el resto de bancales, ya estoy sudando sólo de pensarlo.